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Colegio Invitado: Instituto Alberto Merani

El papel de los conceptos en la creación artística
Además de los criterios formales para la creación artística, aparece también una pregunta pedagógica que los docentes debemos mantener para mejorar la calidad de las obras en nuestras escuelas: ¿qué debe usarse siempre, aparte de los materiales para crear arte? ¿Qué cuestiones son necesarias, más allá de los objetos físicos que entran en su composición? Con estas preguntas nos acercamos a una crítica inaplazable: cuando trabajamos con los estudiantes en el arte por el arte,1 el arte a secas, se genera una producción artística descontextualizada y desprovista de ideas.
1 El arte por el arte es una corriente de creación artística que, desde el siglo XVI, se plantea con el fin de justificar a las obras como productos desinteresados y liberados de una postura social o de un referente real. Por eso se encuentran en este movimiento obras que no comunican ideal alguna, sino que simplemente son producto del acto de crear por crear. Esta corriente se encuentra en pugna con aquellas que entregan funcionalidad, utilidad e intención al arte.    

Quienes trabajamos como profesores de creación artística, nos vemos enfrentados a la pregunta por los materiales más adecuados para que nuestros estudiantes los conviertan en algo distinto a su forma y función original. Así, por ejemplo, un lienzo y unos cuántos óleos se ven cambiados en la manipulación que un estudiante hace de ellos, para convertirlos en un producto final, es decir, en una composición. El resultado no es ya un lienzo en blanco o unos óleos sin usar, sino una imagen posiblemente figurativa o abstracta. En otros casos, por ejemplo, trabajamos con el cuerpo humano y su relación con la música. El oído, la voz, la percepción rítmica o el movimiento corporal, se transforman gracias a la práctica de una pieza musical: el arte cambia la materia con la que trabaja.

Sin embargo, estos cambios están en un plano meramente formal porque, en sentido estricto, la materia por sí sola no contiene ideas; así se modifique y con ello se obtenga un resultado estéticamente agradable, no quiere decir por necesidad que carga consigo una composición de contenido. La imagen, el sonido o la danza que se obtienen después de un proceso arduo de elaboración pueden no comunicar nada. Claro que una técnica admirable o un desarrollo armónico de una pieza, son ya un avance mayúsculo en lo propio del arte. Pero pueden estar desprovistos por competo de contenido, pues éste no es “bailar bien”, “cantar bien” o “pintar bien”. ¿Qué es entonces lo que hace falta además de una ejecución y una elaboración adecuada de la forma? ¿Qué le hace falta al arte por el arte?

En el Área de Artes del Instituto Alberto Merani, hemos tenido experiencias significativas alrededor de esta pregunta, porque sabemos que más allá de lo bello o de una composición “adecuada”, está el contenido, la idea que se quiere transmitir, la intención comunicativa de la obra de arte. ¿Cuál es la manera más adecuada de llevar a cabo este enfoque? Creemos que todo parte de sentar una postura frente a los riesgos de incluir en la pedagogía el arte por el arte: si queremos generar conciencia social en nuestros estudiantes y utilizar las obras como herramientas para la vida, hay que atar el arte con las ideas y con el contexto en que nos encontramos. Le decimos NO a la obra de arte individualista -bella por que sí- que no permite pensarnos como sujetos comprometidos con esta sociedad y con las transformaciones que debemos liderar. El arte que producimos en nuestras escuelas debe poder encarar, de una vez por todas, los problemas de la vida, los problemas reales, la cotidianidad con sus injusticias y sus rutinas. Decimos NO a un arte que ignora lo importante y que estetiza lo innecesario; decimos NO a un arte que tan solo nos divierte y nos aliena. Para hablar sobre parámetros de belleza, para adornar y decorar la vida, tenemos infinidad de concursos con las mujeres más lindas o campañas publicitarias que nos desbordan día tras día. El arte debe entregar poder a la forma a través del contenido, debe contextualizarnos, debe trascender las convenciones y los prejuicios. 

En el Merani creemos que para darle al arte un estatus más allá de la belleza o la ornamentación, debemos trabajar con conceptos, pues éstos establecen un límite de investigación, un contexto de interpretación y una intencionalidad pedagógica para la creación. Hemos descubierto, por ejemplo, que no es lo mismo proponer al estudiante un tema libre para la creación, a que elabore una idea del consumismo a través del concepto de paradoja, y que esto se vea plasmado en el material que interviene. Hemos visto también, que no es lo mismo proponer al estudiante que elabore una obra cualquiera a que trabaje desde el concepto identidad y que esto se vea plasmado en el material que interviene. Cualquier cosa, desde la representación de un árbol o de una casita, hasta una composición abstracta, entran en la ejecución libre, en el arte por el arte. Por el contrario, la exploración e investigación de un concepto para la creación artística, conduce a la elaboración de una idea transmisible desde la obra misma: los conceptos potencian el desarrollo artístico en la escuela.

La imagen que aparece en el cuerpo de este texto, se llama El bostezo del gobernante y es realizada en el Merani por un estudiante de 12 años de edad: Juan Pablo Bohórquez Coronado. Los conceptos que trabajamos en el aula para llegar a composiciones como esta son: ícono artístico e identidad. A través de ellos, los estudiantes exploran una obra icónica para el mundo del arte y la transfieren a elementos identitarios propios. Bajo estos parámetros, Juan Pablo selecciona e investiga la conocida obra El grito de Edvard Munch, así como un elemento identitario transferible: el Conde de Fernando Botero. La intención comunicativa de él es mostrar cómo los gobernantes de nuestra patria encarnan una figura pasiva y perezosa frente a los problemas de Colombia. La idea final de la clase de artes, es utilizar estos conceptos para generar un diálogo intercultural que nos permita hacer una interpretación flexible de las obras icónicas y pensarnos en nuestro contexto.

Por: 
Equipo de Área de Artes del Instituto Alberto Merani 


Autor Juan Pablo Bohórquez Coronado
Título  El bostezo  del gobernante
Año 2014
Edad 12 años
Curso Conceptual Gamma
Técnica Témpera sobre lienzo
Lugar Instituto Alberto Merani
Descripción En palabras del autor: los gobernantes de nuestro país son pasivos y perezosos frente a las problemáticas que deben enfrentar 

Autor Valentina Beltrán Luna
Título El grito del campesino 
Año 2014
Edad 11 años
Curso Conceptual Gamma
Técnica Témpera sobre tríplex
Lugar Instituto Alberto Merani
Descripción En palabras de la autora: los campesinos de nuestro país están desesperados porque los  tenemos abandonados

Autor José Antonio Cortés Cáceres
Título Guernica colombiano
Año 2012
Edad 11 años
Curso Conceptual B
Técnica Témpera sobre cartón
Lugar Instituto Alberto Merani

Autor Valentina Beltrán Luna
Título Los pesares de la amapola
Año 2012
Edad 11 años
Curso Conceptual Gamma
Técnica Témpera sobre cartón
Lugar Instituto Alberto Merani











Autores José Abril
Título La muerte de la muerte
Año 2013
Curso Contextual B
Técnica Video
Lugar Instituto Alberto Merani
Descripción En palabras del autor: se dice por ahí que la muerte viene por nosotros. Pero hemos pensado una situación hipotética y paradójica en la que la muerte muere por contagio de gripa.

Autores Juan Piñeros, Sergio Pinilla, Maya Cuesta & Camilo Martínez
Título Muchos televisores viendo a una persona
Año 2013
Curso Contextual B
Técnica Video
Lugar Instituto Alberto Merani
Descripción En palabras de los autores: se ha vuelto una paradoja  que hoy en día no seamos nosotros quienes manejemos los aparatos electrónicos, sino que son ellos los que controlan nuestra vidas.

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